Reportaje: El Bomba sin cassette (segunda parte)

La segunda parte de la entrevista transcurre en un ambiente familiar. Es domingo y las luces de la tarde se escapan del living de la casa del Bomba. Es un domingo negro, porque descendió Cipo y todo se tiñe de nostalgia y tristeza. Para ir metiéndolo en tema, le hablo del albinegro, y se empieza a soltar de a poco...

Bomba: Hablando de Cipo, mirá! estos son los botines el Ruso Strack. O, bah, eran los botines del Ruso... los tenía guardado desde que era mascota del Cipo, se los afané al Ruso en un vestuario a finales de los setenta, y los usé un par de partidos en esa etapa fundacional de Temerosos que te contaba el otro día. Pero como tengo el empeine bombeado, a los pocos meses los dejé como empanadas. no importa... igual... los botines del ruso...

Salió Clarín: ¿Hicieron goles esos botines en la liga de la universidad?

B: Cóoomooo?! se cansaron de hacer goles. Eran los primeros tiempos de la era menemista y ya muchos caían los sábados con botines pituquitos, pero yo cada tanto jugaba con los del ruso y la rompía

SC: ¿Que hay del mito del jugador leyenda poco afecto a los entramientos? ¿es sólo una historia urbana esa que cuenta que te veían en Ballotage cuando ibas por el séptimo whisky?

B: Habladurías. A los virtuosos es necesario encontrarle una historia negra, pegarles alguna etiqueta de descrédito que los haga más humanos. Miralo al Mingo, si no! ... Es verdad que yo no entrenaba mucho, pero en esa época, la facultad me consumía todos los esfuerzos

SC: ¿Estudiabas mucho?

B: No tanto, pero fumaba como un escuerzo en el barcito de la UNCo, y eso me cortaba piernas. Una que otra peña, no te voy a negar que me prendí en una que otra peña... Pero de ahí a ser un borracho perdido hay una distancia grande!... siempre encontraba alguien que me llevara de vuelta a Cipo manejando la furia blanca. Así que perdido, pocas veces...

SC: Esta no me la podés negar: ¿Que hay de cierto en eso que repartís tarjetas personales antes y después de los partidos?

B: Es una broma socarrona de mi amigo González... Yo siempre fui amigo de todos, nunca ni un si ni un no... Y conozco a la mayoría de los jugadores de los equipos rivales. Y a los que no conozco, voy y los saludo igual. Así, me granjee la simpatía de muchos que al momento de tener que darme hacha en el partido, se apiadan de mi don de gente, y no me tocan. Ahi yo me agrando y empiezo con las fintas, los quiebres de cintura (se mira para abajo como intentando reconocer donde quedó esa cintura), los tiros de media distancia, los goles. Es una estrategia, que los rústicos nunca entendieron. La sigo haciendo todavía algunas veces en Don Pedro. Sin ir más lejos, el otro día recibí un premio por esta loable actitud

SC. Hablando de épocas pasadas y del presente, ¿que diferencias crees que hay entre el jugador que fué y el Bomba que quiere seguir siendo?

B. Y... muchas... (vuelve a mostrar ese gesto tan suyo de entornar los ojos como pensando profundamente). Aspira - literalmente se come el último cigarro del paquete - y me dice: Antes era todo magia. Ahora cambié la galera por el overoll. Juego con el corazón, que es lo que me queda. Y me gano puteadas, recriminaciones, y tal vez hasta un enemigo. Pero pongo todo lo que tengo en esos quince minutos que me dura el aire, y casi siempre, pero fijate que casi siempre eh!, hago aparecer un poco de magia... Y si no... fijate quien es el goleador histórico de la T, y quien va siendo el goleador del torneo!!

Dejó picando la frase para que actúe como telón de fondo de la entrevista. Como si intuyera el final del reportaje, aparece Juli con una picada de queso, salame y Gancia. Es momento de apagar el grabador y sumergirnos juntos en la tristeza de Cipo descendido. Pero esa es otra historia...