"Muchachos, juguemos al fútbol"

Temerosos 3 - Deportivo Industrial 0

Había pasado el mensaje del Bomba. Sobre las posiciones, la protesta, el ánimo para enfrentar este partido después de la dura caída del sábado. De repente Santi pidió la palabra, y se despachó con una súplica modesta: Nos dijo, casi nos rogó: “Muchachos, juguemos al fútbol”. Esa pareció ser la llama que encendió los corazones temerosos el sábado a la tarde. Para despejar momentáneamente los fantasmas, había que ganar y tratar de jugar bien.

Así salimos en la primera parte, sintiéndonos casi obligados a jugar por abajo. Nos costó buena parte de la primera etapa, porque todos queríamos tener la confianza para jugar prolijito y sacarnos el gualicho. Pero las piernas tenían aún el molde de la última derrota. Salió un partido lleno de errores de los dos lados. Pero estábamos llenos de confianza. Sabíamos que no se nos podía escapar. Ellos atacaban de manera intermitente, pero nosotros la perdíamos en el toqueteo en el medio y nos exponíamos. Arriba el Bomba no hacia pie, y el juego se volcaba demasiado por la izquierda de nuestro ataque. Y Lea protestaba.

Había que abrir el partido, y se abrió de la forma menos pensada por los ortodoxos: El Gran Capitán (que gozó de una inmunidad sin par y estuvo todo el partido en cancha) encaró, rompió la ley del offside a una defensa que se quedó parada, y cuando entró al área saco un zapatazo a la derecha a media altura. Golazo

En el segundo entramos más tranqui. El técnico echó mano a un profuso banco. Entró Tronco y en la primera que tuvo boyando, la capturó a la entrada del área y la cruzó con estilo al segundo palo. Dos a cero, y a la cancha la futura revelación: Pier. Quince minutos le bastaron para ensayar una protesta, tirar una par de fantasías, y hasta para servir en bandeja una habilitación exquisita para Lea, que se sacó la mufa definiendo corto y sin dubitaciones. Regreso con gloria, neneeeee!!!

Victoria sin sobresaltos de Temerosos, fieles a un libreto que al principio parecía difícil y que terminó siendo el argumento principal de un triunfo para creérnosla, que sirve para la confianza y nos deja ahí arriba para intentar - o soñar – con la hazaña

Mañana: La entrega de premios, y las apostillas del sábado