29 mayo, 2013

Mi perro dinamita

Temerosos 3 - Renegados 1

Quien iba a decir que ese can apachuchado por el asma antes del inicio del partido iba a estar destinado a torcer la historia de un partido chivísimo? Pero entró, goleó, asistió y gustó, y la T se abrazó a tres puntos vitales, que parecían perdidos.



Empezaba el segundo tiempo, y mientras caminábamos de regreso a la cancha, Bomba me dijo: “…cuidemos el cero, porque este es un partido de cero a cero o uno acero, el que se equivoca pierde…” Y era así… No lo aguantamos mucho, el nueve grandote que pusieron en el segundo tiempo, se dio vuelta en la entrada del área y fusiló el 0-1. Desazón.

Hay una cosa clara: cuando ponemos actitud, en este torneo no perdemos. Dellapé se calzó el guante en la derecha y le puso un centro precioso a Fede, que se vió todos los videos del bueno de Toledo, saltó y encontró la pelota en el centro de su frente y la clavó para el empate. La misma fórmula del empate contra Rapol, sellaba la igualdad ahora.
Y se vino la osadía: cambio de un lateral por un creativo. El perrito se mandó un puf y salió a la cancha para convertirse en héroe.  En la primera que tuvo, capturó un rebote a la salida del área, levantó la vista, gruño mostrado los dientes y la clavó en el ángulo superior derecho, al palo cambiado. Go-la-zo.

Lo dio vuelta el equipo, lo selló el doggy. Y cuando terminaba el partido, se soltó de su correa, se escapó por derecha y se la dejó para el gol a Mon.

Extasis. Felicidad. Triunfazo doggy style.

Y vamos la T carajo!

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