02 mayo, 2013

Habemus pastorum

Temerosos 1 - Génesis 3

La T no sacó más que una agria derrota contra los buenos de Génesis, amos y señores del fair play, pero al menos encontró como saciar sus penas en la palabra justa, comprensiva y sabía del pastor Chango Medrano.

Tenemos menos agresividad que el gato que duerme a mi lado mientras escribo esta nota. Menos penetración que un eunuco, menos gol que Chicago yéndose a la B metropolitana, generamos aún menos peligro que el Barca sin Messi. Además, estamos en la fecha 6 y sólo tuvimos dos cambios. Se ve que muchos tiene siempre mejores planes los fines de semana que venir a sufrir un rato con Temerosos...

Con eso, lo que hay, salimos a la cancha a jugarle a Génesis. En los primeros cinco minutos dos llegadas clarísimas nos pintaron un oasis que después se esfumó: primero el Tesorero la tuvo solo solo solo abajo del arco y definió con el manual de Toledo, ganándose un pase sin escalas a la zaga central. Casi de inmediato a la salida de un rebote de un tiro furibundo a rastrón de Mario -en verdad la única arma ofensiva que mostramos en todo el partido, el Fede la mandó a guardar para el 1 a 0 tempranero. Duró poco la ilusión porque enseguida quien suscribe dejo cabecear en el área  y a pesar del vuelo fugaz de Narváez la pelota se coló en la red para el empate.

Ahi se emparejó y nos ganaron la salida y el medio. Los miramos salir jugando, plácida y contemplativamente. Ellos en cambio, y sobre en el segundo tiempo, pusieron dos delanteros bien de punta que peleaban cada bocha como si se jugaran un costillar en cada acción. Muchachos: una diferencia de actitud TREMENDA. Se pusieron 2 a 1 en una de esas bravuconadas con pelotas complicadas a espaldas de los centrales.

Consultado off the record a mitad de semana, Browne dió su particular punto de vista sobre el bajó de los delanteros. "Lo que pasa es que la T no se acostumbra a jugar con dos nueves bien de área". (Juro que es verdad...)

Lo tuvimos para el empate cuando nos dieron un penal por mano en el área. Pero la ejecución fue una masita. Y enseguida ellos, muchos mas vivos que nuestro equipo de carmelitas descalzas, la jugaron rápido y sin resistencia la empujaron para el 1-3. La mitad de nuestro equipo participaba de una manifestación pacífica frente al referí. Fue demasiado para una T que ya no tenía mas fuerzas ni ideas.

A los choris, el Chango aportó su mirada serena y beatifica. Equilibró aguas, repartió bendiciones y aquietó espíritus convulsionados. Hizo balance y analizó perfiles psicológicos. Un verdadero Stamateas en las filas de la T. Se viene su primer volumen de autoayuda. Como vienen las cosas, no nos vendría nada mal...

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