A fuerza de toques y juego colectivo, la T, logró dar vuelta un partido chivísimo para seguir en la punta.
Tocar, tocar. esa es la receta. y cuando no nos sale, alentar a los cumpas. Así vamos ganando confianza y se fortalece el juego. Esa fue la receta repetida que la T volvió a emplear para dar vuelta la historia y afirmarse como puntero.
En el primer tiempo, los toques abundaron pero no llegaron a destino. Pura mala suerte. Nos vacunaron con un tiro libre de otro partido después de una infracción inexistente. Pero nos mantuvimos en nuestro libreto, ese que nos ha dado la mayor efectividad en lo que va del torneo. Antes del cierre nos echaron al Toro injustamente y a Pichún por abrir la boca por primera vez.
En el segundo, convencidos de nuestra estrategia fuimos para adelante. Casi de casualidad, Cristian le puso un pelotazo largo a Hippie que primereó y forzó el error del aquero y lo empató. Continuamos con nuestro juego asociado, y a los pocos minutos, luego de una jugada colectiva, el bomba habilitó a Cristian justo en la puerta del área, desbordó y tiró el centro de la muerte para el Hippie. El arquero le tuvo que hacer penal, y Mario ominosamente definió como los burros: fuerte y al centro (aunque lo hayas metido Marito, la próxima vez tirá una fantasía, mas de acuerdo a nuestra filosofía).
Se hizo justicia. Lobo no estás. Jogo bonito, Presente!!!. Seguimos punteros con el fútbol que todos sentimos. Si le agregamos unas gotitas de humildad, estaremos para grandes cosas.
Que lindo es ser de la T!
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