Callate y goleá

Temerosos 4 - NyC Pichi Nahuel 2

El bozal legal impuesto por la comisión directiva a Pier dio sus frutos, y la T volvió a la senda triunfal de la mano de un payaso loco positivo, asistido por un bomba que jugó como le pide los que lo conocen de pequeño. Triunfo trabajado que terminó siendo amplio, para ponerle el pecho a las balas.

Había sido muy dura la comisión. Y se necesitaba tanta agua para apagar tanto fuego. Porque la verborragia se había instalado, y había hasta rumores de secesión. El Bomba se disfrazo de Timoteo y llegó a Iglesias dispuesto a tomar decisiones drásticas, bancado por el omnipresente presidente en el exilio, y con el aval de la prensa adicta. Mandó al Cabe en el primer tiempo, y dejó sentadito afuera a Pier. Y fue buena estrategia, porque nuestro Luli Ríos se gastó toda la pólvora de sus protestas y caripelas en esa primera mitad, y entró en el segundo para definir y llevarse las principales estatuillas de la tarde. Claro que el camino lo abrió Lea, que tras un desborde fantasioso del Cabe, la mandó a guardar, conectando de manera certera en definición símil palomita. Pensar que le median que mire para atrás… Controlamos el primer tiempo con un Seba siempre inspirado, pero en agarrado con el delantero de NYC. No desentonó Marce y el medio jugó mas junto y mejor.

En el entretiempo, el Bomba tomó más decisiones drásticas. El, que había atajado bien, se decidió a mostrar talento en el medio, su gran acierto. P ero también desarmó media defensa, y ese fue tal vez su único punto flaco del sábado. Y en la primera pelota, la última zaga se quedo dormidísima ante la salida y pique en solitario del 9 que definió ante un Fede mas dormido aún.

Se venía la noche? Me queda en la memoria la frase del Bomba mientras ponía la pelota en el centro. “arranquemos de cero otra vez”. Y se vino la magia. Se puso el disfraz de Ginobili, y metió tres asistencias tres. Claro que es otro lado estaba el payaso no tan loco, Pier, el mudito, que se encargó de capitalizar cada varita mágica con un hat trick que nos hace pensar que el bozal debe seguir. Dos viandazos y un cabezazo certero sellaron el destino del partido, aunque después Marce cometiera penal y diera lugar al descuento. La polvora intacta, nene. El optimismo como profesión, y la bola en la red como paisaje de fondo cuando no se habla, y la confianza la manda a guardar solita. Quedate callado y goleá, que Harry Potter te asiste!