El amigo

20 de Julio, dia del amigo. Mientras escribo esto, mis amigos se la juegan, con muchas bajas seguramente, en el último partido del apertura. Nada muy significativo: contra Areneros, para pelear por nada más que por la sensación de pasar otro momento en el fin de semana, el último de esta primera parte del año, con amigos. Yo me tuve que venir a Mendoza, y alli estarán ellos. Ya debe estar por terminar el partido. Seguro que no hay tercer tiempo porque se acerca el horario del almuerzo y eso no se negocia con la mayoría de las patronas. En un rato empezarán los mensajes de texto, muchos en cadena, para saludarnos, felicitarnos.

Para eso están los celulares. Para eso están los mails. Pero sentí que esta vez tenía que hacer un saludo a el amigo, a uno en especial, acá, en la página, para hacerlo extensivo a todos, y también como un discreto, humilde homenaje a El AMIGO, así, con mayúscula que tenemos en Temerosos.
Ya lo habrán adivinado: ¿a quien otro me puedo referir si no al gran Capitán?

Pablo César Sendón inició su temprana carrera de futbolista en Independiente de Neuquén, y sufrió muchos años al inefable Negro Machado que lo ponía de oscuro tres. La escuela de vida la tuvo con su viejo, el célebre Pañuelo, de quién no heredó la pasión por el granate pero sí las leyes inmutables de su don de gente. En 1990 frotó la lámpara, y se dispuso a fundar Temerosos. Es un verdadero polirubro: Fundador, capitán, dirigente, líbero y gomía. Y es omnipresente: ¿quien recuerda no verlo en la cancha?. Pablito siempre está, casi como el sol. ¿No será mucho?

Veamos... Es la rueda de auxilio de todo y de todos. Encargado de armar el equipo, de juntar la guita, de pensar siempre que se necesita, de tirar la primera piedra para cualquier asado, de dar la charla técnica, de arengar en la semana cuando aparecen los pechitos fríos.

Los grupos se sustentan en el tiempo indefectiblemente por la presencia y la insistencia, la perseverancia y la acción de gente como nuestro capitán, que hace de Temerosos en particular y la amistad en general, una verdadera liturgia de vida. Las cosas para Pablito son blancas y negras, y está bien.

Cuando miro para atrás y me doy cuenta el tiempo que pasó desde que llegué a la zona, inconscientemente hago el ejercicio mental de reconocer las cosas que ya forman parte de mi vida. Quedan dos de verdad: mi familia y mis amigos de la T. Ahí, en el medio de esa foto mental, está Sendón buscando alguna complicidad, armando siempre algo, tirando alguna bronca, casi siempre cagándose de risa. El amigo...

Feliz día a todos los amigos temerosos, que hacen que la vida sea un poquito más linda