Una baja sensible

A una fecha de haber comenzado el torneo, una mala noticia se confirmó ayer: Nuestro amigo, el guardameta Narváez, se queda afuera buena parte del torneo, por una hernia inguinal. Eso implica operación y tiempo de recuperación.

Además de un buen arquero, gran amigo y persona, los sábados se pierden mucho del estilo glamoroso y avant grade que lo definen. Las tardes de Don Pedro e Iglesias extrañarán por un tiempo su look juvenil, apostado, diferente. Nosotros no lo extrañaremos tanto, porque de todas maneras lo tendremos sentadito como un viejo choto (que es) mirando los partidos afuera de la cancha. ¿O piensan que Narváez se va a quedar tejiendo escarpines?! (¿Habrá ganado Salió Clarín un reportero gráfico adscripto?)

En su lugar, iniciamos las gestiones para la contratación de otro viejo conocido y querido de la casa: El amigo David Ojeda. Si se llega a un acuerdo por los premios, y arriba el transfer a tiempo, estaría en condiciones para comenzar el reemplazo hasta la vuelta del portero de la barbita sexy. Le damos la bienvenida, y le agradecemos a la Organización del Torneo la deferencia de aceptar este cambio en la lista de buena fe, atento a los Reglamentos vigentes.

Parece que un halo de mufa está sobre nosotros desde hace un tiempo. Pongasé una cintita roja. Saquen cita con el Padre Mario. Prometanlé al Averno bienes y servicios. No sean infieles, llevenlé una vela al Gaucho, y si lo tienen adentro de la casa, saquenló al patio, le gusta el aire libre.

Vamos carajo, que lo que no mata, FORTALECE

NARVAEZ, TE BANCAMOS