Un empate festejado

Había que cortar de alguna manera la mala racha. Estaba fresco el recuerdo del año pasado, con tantas tardes con derrota, puntos perdidos en los últimos minutos, y sobre todo con esa sensación que no se podían remontar los partidos. El sábado, la T salió a la cancha con el objetivo de dar vuelta esa historia. A diez minutos del final, parecía que se repetía el libreto, pero apareció el alma del guerrero y se levantó un 0-2, y hasta se puedo haber ganado. Un empate para estar ilusionados…y con otro ánimo.

En la semana, había habido un acuerdo sobre algo fundamental: empezar no perdiendo. Se decidió probar con un medio con doble cinco, para empezar a suplir un déficit que parecía crónico: el problema en la marca y las innumerables situaciones que se generaban en nuestro arco. Con esta idea, Aguirre acompañó a Manu en el medio campo, poniendo garra los dos, y aunque con algunos desacoples iniciales, mostraron que pueden jugar juntos. El trámite se equilibró en la mitad de cancha, y hubo menos corridas a ciegas de los defensores, todo parecía mas armónico. Por los laterales, Lea y Manu Robledo aportaban algo de fútbol, pero no llegaban pelotas claras a los delanteros. El rival, Amigos, apostaba también a sumar gente en el medio y jugar por las puntas con dos delanteros, uno alto y pesado y otro liviano y corredor. Con eso complicaba a veces a nuestros laterales. Y así llegó el 0-1: escapada del lungo 9 de Amigos por la derecha hasta el fondo, Gaby lo sale a cerrar, y en la embestida arrastra la pelota con la mano. Penal y el mismo 9 cambia por gol. Y a remarla.

Aparecían viejos fantasmas. En el fondo los dos centrales habían estado sólidos, pero una desatención y estábamos abajo. Sin embargo – y esta es la diferencia que hizo pensar que el año pasado era sólo un mal recuerdo - la T intentó ir siempre adelante: en los últimos quince del primer tiempo y en los primeros 20 del segundo, se generaron no menos de 5 situaciones claras de gol. Pero claras, eh!. Promediando el segundo tiempo, el bueno de Escobar anuló un gol por posición adelantada del Cabeza, cuando estaba habilitado por un rebote de uno de los defensores. Encima, al rato llegó el segundo de ellos. Muchos de los que estaban afuera empezaron a guardar medias y vendas, con cara de resignación. Pero adentro de la cancha, el equipo intentaba: Sendón, que había entrado por Walter, desbordaba por izquierda y amenazaba. Fede entró en los últimos quince y dibujó una jugada maradoniana que no entró porque todavía le falta esa confianza final; el Negro se perdió en tandem con Enzo un gol increíble que hizo pensar a mucho que el arco estaba embrujado. Todo daba para que se bajen los brazos, y a esperar el sábado que viene a ver si cambia esta racha.

Pero se siguió intentando. Y llegó un claro penal a favor que Luongo transformó en el descuento. Y faltando cinco minutos, y después de algunos rebotes en el área, llegó el empate y la descarga. Y se pudo haber ganado: le faltó la estocada final a Enzo en una apilada por derecha que hubiera sido un golazo. Pero también se pudo haber perdido: Lo evitó Sergió “manga de putass” Narváez con una volada antológica sacando una pelota dificilísima al corner.

Y se festejó el empate como un triunfo: porque se corrió, porque se alentó, porque no hubo puteadas, porque hubo buen clima, porque todos pusieron todo lo que tenían, porque se remontó un dos cero (¿se acuerdan cuanto hacía que no pasaba esto?). Por todo esto, buen inicio de torneo. No sé si para ilusionarse, pero sí para cortar una racha horrible y para estar optimista de cara a lo que se viene.


Lo que dejó el sábado

El desgarro de Lea: promediaba el primer tiempo y a Lea le tiró. Parecía desgarro, por los gestos de dolor. Fue reemplazado por Pablo Klein que aportó buen trato y circulación de pelota.

La organización: Se pusieron en claro algunos puntos respecto al manejo de la pilcha. Y todo funcionó OK. Lo mismo con el cobró anticipado de inscripciones y canchas, pagaron muchos y la cosa funcionó. Los que no lo hicieron por favor este sábado…

Nueva dupla de centrales: Luongo pasó a la defensa y cumplió, se entendió bien con Gaby y no hubo muchos sobresaltos por ese lado. Todavía le tira el medio y se lo vio a veces un poco adelantado. E hizo un gol, como para que no extrañe sus aventuras por el centro y la delantera de la T.

Clave para la remontada: las medias del Gauchito. Al finalizar el partido, un feliz Saldaña señalaba con orgullo las medias del Gauchito Gil en el arco rival. Decía que las puso ahí, y el equipo remontó. Yo le creo.


Lo que viene, lo que viene

La próxima fecha es a las cinco de la tarde, contra Amigos Unidos, un equipo nuevo del que no se tienen referencias. Prometemos averiguar algo en la semana y comentarles. Una mirada rápida al fixture nos deja adivinar que las primeras fechas son con rivales conocidos y con ningún cuco entre ellos. Veremos…