Temerosos 1 - Hipocampos 1
El discurso previo del técnico Dellapittima fue claro; con
otra lógica distinta a su lírica habitual, había que salir a por un buen
resultado. Se vienen partidos chivos, dijo con gesto adusto, y hay que sumar. Y
el plantel, consustanciado con la causa, le respondió enfático. Suplantó
ausencias con presión en todos los rincones de la cancha, tuvo poca cuerda para
la fantasía, pero pista libre para la garra, y el raspa-quete-raspa y las
diversas versiones y ejecutores de barrefondos fueron los condimentos de una versión
de la T que, si no asumido explícitamente, fue durante todo el partido un
equipo bielsista.
No fue tan rara la receta: equipo más chico, medio más
metedor, menos espacio entre defensa y medio, centrales varios pasos adelantados
achicando espacios, y la esperanza en una pelota larga, a una salida rápida, y
a apostar a la explosión.
De abajo hacia arriba, como se deben armar los equipos (por
fin me lo entendisteeeee, para que te trajeeeee!!). Dos arqueros enchufados que
ya salvaron largamente los gaffes de inicio de torneo, y cruzo los dedos: Gali
sacando la pelota del partido en el primero tiempo, picó en punta para la
medalla de player of the match. En la defensa, puro nervio y aliento al equipo.
Un medio metedor como en pocas otras versiones, con el bomba poniéndose el overol
desgastado y reencarnado en el cinco metedor que supo ser. Doble cinco como los
que le gustan a este medio partidario. Carrileros rústicos, y arriba un fox
terrier loco y muerde talones y la cuota
de frio nórdico del Fede para balancear tanto calor.
Un partido lleno de hitos: volvió al gol el hijo del viento,
Pablito Aguirre segundo central con muchos más aciertos que errores aunque haya
garpado con el gol, el editor sumó su segundo partido completo; y el bomba
cinco metedor en un deja vu de la época de
los torneos de la universidad
Se sumó. Algunos dijeron un puntazo. Se sumó… Y sepanló: les
va a resultar muy difícil ganarnos!
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