Si, fuimos un desastre. Pero está bueno que esto nos pase ahora, que sean errores de la previa que enciendan luces amarillas para no errar igual en el torneo.
La cabeza fría: no hay culpables ni héroes, fuimos un compendio de errores en todas las líneas sin pocos méritos destacables, pero es sólo un partido, un mal trago que hay que pasar.
Para reaccionar y no tropezar con la misma piedra: el del sábado fue uno de esos típico partidos donde un error precipita a otro, donde un moco desanima y propende a otros mocos. La receta es salir concentrados y, lean todos: cuidar la boquita y alentar a los compañeros. Vaya si nos ha costado!. El que no lo entiendan, ya, a esta altura del año, puede dar un pasito al costado, no? Pero somos Temerosos. Tenemos 22 años de estas peripecias. Y el primer partido del torneo este fin de semana es un momento ideal para mostrarnos que fue sólo un mal partido.
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