Si perdonás...

Temerosos 1 - NYC Pichi Nahuel 2

Empezó el torneo y ya sumamos la primer decepción. Sufrimos una derrota inesperada antre el debutante NYC Pichi Nahuel, que no estaba en los planes de nadie cuando había terminado el primer tiempo. Porque habíamos tenido la mejor primera parte en mucho tiempo: tocamos, intentamos jugar siempre por abajo y llegamos tres o cuatro veces claras. Nos fuimos al descanso 1-0 arriba, pero perdonamos la vida. Y el viejo precepto que dice que los goles que no hacés en un arco los sufris en el tuyo, se cumplió como un mandamiento. Fue derrota sobre el final, que nos obliga a pensar el planteamiento de los partidos, para que de una vez por todas podamos mirar desde arriba de la tabla, donde tenemos que estar.

La previa no podía ser mejor. Buen asado en la nueva sede aportada por Santi. Lindo viernes de anécdotas, y muchas risas. Buen clima para arrancar el torneo. Y en la misma tónica empezó el partido contra los debutantes en la divisional. Jugamos por los costados, tocamos por abajo y siempre intetamos legar con buen pie. Santi fue la columna vertebral, bien apoyado por aguirre, y con buena subidas de Lea. En una de esas, Fede conectó una pelota llovida, que dió en el palo, y no quería entrar. De la nada salió el polifuncional Aguirre para mandarla al fondo y poner el merecido 1-0. Lo tuvo dos veces, con asistencia milimétrica del Bomba, y la terminó definiendo como sin fe, casi sintiendo el amargo peso de las cargadas por tanto faltazo a las celebraciones institucionales. Fede ya no hizo más pie en la cancha pesada, y las pelotas que le llegaron de ahí en más se diluyeron sin destino.

Si perdonás... Ellos sintieron que el sacudón habia pasado, y se agrandaron de entrada. Mandaron a su puntero más hábil y veloz a intentar golpear arriba, y comenzaron a merodear la valla de Narváez, que hasta entonces no había tenido sobresaltos. El gol de diferencia era exiguo, y nuestro tiempo habia pasado. A aguantar entonces. Hubo dos chispazos del debutante Fede que se fueron cerca y hubieran cambiado la historia. Pero a cinco del final otra vez nos quedamos sin nada. Primero Naráez descolgó del ángulo y el rebote les quedó servido para el empate. Y después Seba se distrajó, el nueve le gano la posición y remató rasante para sentenciar el partido.

Fue una derrota dolorosa. Para este editor, al menos, Y creo que para la mayoría de los corazones temerosos. Porque jugamos bien , muy bien el primer tiempo. Porque no lo liquidamos. Porque nos desinflamos y se nos fue el espíritu. Y porque nos quedamos sin nada.No hay que ser alarmistas, pero tampoco pecar de cautos: nos tiene que servir para porner la cabeza fria en la semana, y caliente el sábado, para torcer el rumbo de una tendencia que ya empieza a sentirse pesada.