Los delanteros no la meten, y para menguar los efectos de la sequía, los volantes se transforman en goleadores. Ayer fue el turno del Santi, que clavó 2 y se llevó el Man of the Match al ritmo del pasito del Gorila.
A ver: tratamos de ser fieles al libreto que nos baja la dirigencia de manejar la pelota por abajo, pero terminamos abusando de ese plan, la pelota cuando llegaba arriba se perdía o volvía rápiodo, y así el toquecito se hacía intrascendente, sin profundidad, y lo que es peor, generaba contras. Nos salvamos un par de veces y no generamos casi nada en el primer tiempo.
Muchos de los partidos que ganamos en el campeonato se nos dieron porque alguien se puso la capa de superheroe, y ayer le toco a Avilés. Primero fue un cabezazo malparido que dibujó una parábola extraña y terminó metiéndose en el ángulo
A los pocos minutos, una adaptación del pasito del Chavo - que ya está haciendo escuela- lo encontró a nuestro peludo a pasitos de la línea, empujando la pelota con los vellos de la tibia y el perone.
Hoy a descansar y mañana a las 15 30 contra RioNeu en la cancha 3 de La Amistad.
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