Fue empate, pero podría haber sido para cualquiera. Una T versión asalariada fue y fue y también zozobró en el arco propio y lo pudo haber sufrido. Hicimos dos goles y nos comimos, hechitos, ya gritables, otros tres. La clave estuvo en las dos torres.
Ellos eran un equipo veterano pero metedor y con buen pie. Nos ganaron el medio en el inicio y merodearon nuestra defensa, pero el 0-1 vino de una desgracia, otra vez: pase comprometedor de Pichún a nuestro arquero, que opta por un puntinazo... que sale volando en sentido contrario y se clava en nuestro propio ángulo. O lo ponemos a patear hormas de queso entre semana, o le metemos una demanda civil a Adidas por los botines con efecto, o le empezamos a poner tiza de billar a los timbos. Algo tenemos que hacer...
Por cómo había empezado el partido, parecía que la remontada iba a ser difícil. Las dos torres aportaron su frío en los primeros 15 para quedar 3 veces en offside, el Santi se dió cuenta y agarró la lanza. En la única que bajó el Fede pivoteando hacia atrás, el Bomba le tiró una larga a Santi que escaló con su pasito del planeta de los simios y definió por arriba ante la salida del arquero, haciendo que la pelota se termine metiendo mansa en el segundo palo. Uno a uno que a la postre sería definitivo, porque a partir de ahí vinieron los goles increíbles que nos comimos.
El Pingui Gaby tuvo en sus pies el gol más increíble de errar que personalmente haya visto en toda la historia de Temerosos: Recibe un centro (creo que de Fede) y queda solo, SOLO, SOLLOOOOO, frente al arquero, sus patotas sobre la línea del área chica. Solo había que empujarla, como sea. Con o sin clase, de taco, o de culo, solo empujarla. Hace un amague (!????) y el arquero queda tirado en el piso. Todos los defensores casi que se dan vuelta y empiezan a caminar para el círculo central adivinando historia sentenciada. Pero no: Gaby empieza a mover las patitas, no sabemos si queriendo terminar de acomodar la pelota o acordándose de la bailada tropical que se mandó en el cumple del Santi. El aquero desde el piso manoteaba el aire, y Gaby seguía, SOLO acomodándose. Cuando finalmente empujó la pelota, ya el arquero se había recuperado y contuvo sin esfuerzo. A la hora de las explicaciones, argumentó que el árbitro le había dicho tajante: No vale molinete!!!!!
Luego el Fede se devoró otro gol y hasta sufrió el airado reclamo del pingui. Como te la va a dar, hijo de Dios, con el gol que te devoraste?????.
El segundo tiempo fue raspa que te raspa, y a cuidar el punto, porque éramos 11 y medio y nos morimos al final. Justo es decirlo, lo mantuvimos gracias a dos o tres grandes atajadas abajo de Narváez, que enmendó el mocón del inicio del partido.
Primer punto en la categoría. No sé si es mucho o poco. Pero vamos por mas!
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