29 julio, 2013

El Grupo se queda

Temerosos 2 - Betos Lomos 0

Cada tanto el fútbol te regala tardes épicas, que uno tarda en olvidar. Muy cada tanto, la gloria- pequeña gloria cotidiana - golpea a la puerta y te ofrece en bandeja el disfrute. Porque nos hacíamos los malos y despreocupados, pero el descenso nos hubiera caído muy mal. Y porque en esas, en las difíciles, afloran los grupos. Y esas finales se ganan porque el amor de todos por los colores del equipo que tanto hace que defendemos, terminan marcando la diferencia.




Fue dos a cero para a T, pero la verdad que el que hacía el gol ganaba; esa sensación flotó todo el partido, y lo supimos jugar como en la previa dijimos: sin regalar ni un centímetro, con pocas puteadas, con la pata firme y el corazón enérgico. Sin un centímetro de más en lo futbolístico, pero con las revoluciones a 4500. Y sin especular. Como verdaderos guerreros.

Primero lo aguantamos, ellos se lo perdieron y eso definió el rumbo. Porque cuando lo tuvimos, no perdonamos. Ya había avisado Cassola convertido en asistidor de tiros libres, y el cabezazo del Toro fue más bien una cornada que salió afuera. En el segundo, y en su última pelota en cancha, metió un centro pasado doggystyle, que conectó Cristian bien limpito, olvidándose de todas las rengueras de todo el primer semestre. Uno a cero, triunfo, alivio y tranquilidad, pero no menos presión. Hicimos mil faltas, que se convirtieron en mil pelotazos al arco que esta vez Narváez, muy a la altura de las circunstancias, despejó mil veces. Los dos centrales fueron los Colosos de Rodas: Mirtha Legrand Cervi, en su eterno retorno, y el Negro Gera, fueron dos paredes, y mucho de esta salvación se debe a ellos. En el medio, no pidamos lujos, pero si derroche de pasión. Los dos Pablitos pusieron mucho mas allá de lo que sus cuerpos les daban y entre ambos tal vez pelearon el man of the match.

Una tarde épica también necesita una pincelada de magia. Y ahí estaba él, viejo guerrero de mil batallas. El más fiel de los fieles a la T. Excedido de peso y jerarquía. El Bomba volvía, y en la única que tuvo, tiró un caño magistral, de pura esencia potreril, encaró al área y cayó derribado por su víctima. Penal que transformó en gol con una definición tranquila a la derecha. Aprendieron como se patea?. Después, no hubo tiempo más que para los abrazos, las fotos, y hasta alguna lágrima que se vio medio escurridiza por ahi.



Cada tanto el fútbol te da revancha, y somos héroes por un rato. Y el bordó de nuestro signo se hace sangre cuando cae la tarde y las camisetas se revolean a contraluz. Ahí están los pibes alentando, y en sus fantasías seguramente proyectando que cuando sean grandes armarán grupos como éste para divertirse jugando al fútbol entre amigos. Ahí están los familiares compartiendo la alegría, entendiendo - como no!-  la pasión que nos alimenta. Ahí están los mates después del partido para festejar la alegría de ser Temerosos. Ahí está la T, vivita después de 23 años. Sigue en la categoría, el grupo la sacó a flote.

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