Mini reportaje sin concesiones al mejor parrillero de habla hispana...
- Cuando me retire, por favor dejenmé seguir a cargo de los costillares!...
Así, sin preámbulos, nos recibe A. A. Dellapittima en una pausa de su agitada rutina. Las yemas de los dedos verdosas de tanto contar y en la pantalla de la computadora, el paso a paso de Nalbandian-Mayer por la Davis
SC: Es una cábala, o un ritual parrillero esto de empezar al año con choros y vacipan?
AA: Ambas cosas. El plantel necesita estar unido, darse cuenta que mas allá de una pelota, de posiciones en la cancha, lo que sustenta esto es la amistad. No hay otra, y la forma mas sagrada de amistad, son los asados, y si los hago yo, mejor...El que no entiende eso, no entiende nada... pero no del fútbol, eh... no entiende nada de la vida!
SC: Categórico...De cuantos kilos de carne estamos hablando?
AA: Dejame contar... seremos unos 15, mas los pibes... yo creo que con 20 kilos de carne andamos bien
SC: Leña?
A.A.: Seis, siete bolsas....
SC: en lo deportivo, que esperás de este año?.
A.A.: Al grupo no le pido nada, solo le doy. Me comprometo a dos asados por semestre, sin incluir los choros iniciales, claro... en lo que refiere al juego, pienso seguir parado de 5.
SC: En los sondeos iniciales, la dupla técnica lo sigue poniendo de enganche. Que te parece?
A.A.: Dellapittima está feliz....
Queremos seguir haciendo preguntas, pero justo llega la vianda de mediodía - soberbios canelones con tuco con mucho pan - y la atención de nuestro volante creativo se dispersa. Poco importa, ya tenemos la confirmación que necesitábamos: El año empieza con choros, como debe ser...
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