El fútbol nos sigue justificando las frases hechas. Este sábado, de la mano de un nuevo técnico tribunero, Temerosos consiguió el segundo triunfo al hilo, para reforzar la confianza y seguir la remontada.
No fue fácil. Nada a este Temerosos laburante le sale regalado. Enfrente estaban Los Muebleros, que venían encima nuestro. Equipo aguerrido, que no mostró muchas ideas en ataque, pero que salió dispuesto a morder pr todos lados. La T apostó a un esquema cauteloso de entrada, con algunas variantes de orden posicional: El perro pasó a jugar de wing derecho, y complicó todo el primer tiempo a su marcador. Pero fallábamos en la zona de definición, no podíamos terminar de hilvanar la jugada que sea el gol que destrabara el partido. Pier agitaba los brazos, y la pelota pocas veces le llegaba mas o menos limpia. Tuvo una tarde tranquila Narváez, bien cuidado por una defensa ordenada, concentrada, metida, que jugó con dientes apretados y justeza de carácter. De ese primer tiempo hay que destacar la actitud del equipo para ir para adelante con decisión, casi confiado que con el paso de los minutos, se terminaría de inclinar la balanza por peso propio. Cuando terminaba la etapa, ellos se quedaron con diez, y eso allanó bastante los planes temerosos.
En el banco estaba la receta para desatar el nudo. Buscando el aplauso de la parcialidad, el bomba optó por un esquema lírico en la segunda mitad. Y puso en cancha a Juan y a Pablo, que desequilibraron a una defensa ya desgastada por el ritmo del primer tiempo y por desventaja numérica. Como no le quedaba otra, por la presión de la tribuna le dio unos pocos minutos al Editor, que ayudó a cancelar las intenciones de la defensa contraria. Y se hizo justicia. Primero Pablo sacó un remate seco despues de un dribbling que rebotó en el travesaño, y no pudo conectar Fede. Y al ratito, un rebote en el área le quedó a Juan que la empujó sin titubear.
Después, a aguantar con inteligencia. Y a guardar los tres puntitos en el bolso.
Tribunero el técnico, pero por ahora, efectivo
